Una enfermedad viral común en la infancia, que actualmente también está afectando a adultos en Tucumán
En estos días estamos viendo un brote creciente de enfermedad mano-pie-boca, una infección viral que, aunque suele afectar a niños pequeños, cada vez se presenta con más frecuencia en adultos, sobre todo con lesiones dolorosas en la boca.
¿Qué es la enfermedad mano-pie-boca?
Es una infección causada por el virus Coxsackie, que suele atacar especialmente a niños pequeños. Se manifiesta con lesiones tipo ampollas, muy dolorosas, principalmente en la boca, las manos y los pies. A veces también aparecen en la región perianal.
Es altamente contagiosa, y por estos días estamos atravesando una epidemia. Es común que se disemine en guarderías y jardines por el contacto directo entre niños, aunque también puede afectar a adultos.
¿Cómo se contagia?
El virus se transmite principalmente por vía fecal-oral, es decir, a través del contacto con secreciones fecales. Los niños pequeños, que exploran el mundo con la boca, pueden contagiarse fácilmente al tocar objetos contaminados y llevárselos a la boca.
También se transmite por contacto con las ampollas activas en boca, manos o pies. El período contagioso se extiende mientras las lesiones están presentes, lo cual suele durar entre 7 y 10 días.
¿Qué síntomas aparecen en los niños?
El cuadro clínico puede variar, pero suele incluir:
- Fiebre persistente y difícil de bajar.
- Babeo excesivo por el dolor al tragar
- Lesiones ampollares en boca, lengua, encías y faringe (muy dolorosas, dificultan incluso tragar la saliva).
- Vesículas en palmas, plantas y región perianal.
- Irritabilidad y malestar general.
Lo más importante a tener en cuenta es el riesgo de deshidratación, ya que el dolor impide que los niños se hidraten o se alimenten adecuadamente.
¿Y qué pasa en adultos?
Se está observando un aumento de casos en niños mayores, escolares y adultos. En estos casos, las lesiones se presentan principalmente en la boca y la faringe, y aunque son muy dolorosas, suelen cursar sin fiebre.
Gracias a que los adultos y niños grandes comprenden mejor su malestar, es más probable que se mantengan hidratados, por lo que el riesgo de deshidratación es menor.
Tratamiento: confort e hidratación
No existe un tratamiento específico. Las medidas más importantes son:
- Hidratación constante, incluso a sorbos.
- Analgesia cada 6 horas (ibuprofeno, dipirona o paracetamol, según indicación médica).
- Dieta blanda, fría y dulce (evitar lo salado, caliente o duro).
El objetivo no es bajar la fiebre sino garantizar el confort y evitar la deshidratación.
¿Cuándo pueden volver a la escuela o jardín?
Una vez que las lesiones ampollares estén resueltas, lo cual ocurre entre 7 y 10 días desde el inicio. No depende de si hubo fiebre o no, sino de la resolución de las lesiones.
¿Cómo se puede prevenir el contagio?
Aunque el lavado de manos en niños pequeños es difícil, es clave en los cuidadores:
- Lavarse bien las manos después de cambiar pañales.
- Extremar la higiene antes de dar de comer.
- Limpiar y desinfectar juguetes y superficies.
Un mensaje para las familias
Ante cualquier duda, consulten siempre con su pediatra de confianza.
Lo más importante es prevenir la deshidratación. Ofrezcan líquidos frecuentemente y mantengan al niño en casa, lo más confortable posible.
La internación suele ser necesaria solo cuando no se logra una hidratación adecuada en casa.
FUENTE: Dra. Cecilia Rea