En un rincón apartado de Tucumán, donde las montañas parecen susurrar historias de antaño, una ventana se ha abierto. Pero no es una ventana cualquiera; es una ventana al mundo, al conocimiento y a las oportunidades. Y detrás de esa ventana, está el ministro del Interior, Darío Monteros, quien, con visión y determinación, ha transformado un sueño en realidad.
La Escuela N° 389 “Padre Marcelino Artiguebielle”, en Las Tacanas, se convirtió en el epicentro de un cambio histórico. Gracias a la instalación de una antena de internet satelital, esta institución no solo se conectó a la red global, sino que también conectó a toda una comunidad con un futuro más prometedor. Monteros, en una videollamada con los alumnos y docentes, no solo celebró este logro técnico, sino que lo enmarcó en un contexto de justicia social y equidad. “Hacer patria es educar”, dijo, y sus palabras resonaron como un eco de esperanza en cada rincón de la escuela.
Este proyecto no es solo un avance tecnológico; es un símbolo de lo que puede lograrse cuando la política se pone al servicio de las personas. Monteros, con su liderazgo, ha demostrado que la conectividad no es un lujo, sino un derecho. Y en un mundo donde la brecha digital sigue siendo una barrera para muchos, iniciativas como esta son faros que iluminan el camino hacia un futuro más inclusivo.
La ventana está abierta, y con ella, las posibilidades son infinitas. Pero más allá de la tecnología, lo que realmente importa es el mensaje: en Tucumán, nadie será olvidado. Y mientras esa ventana permanezca abierta, el legado de Darío Monteros será recordado como el de un hombre que supo transformar la conectividad en una herramienta de igualdad y progreso.
Fuente: comunicaciontucuman.gob.ar