martes, septiembre 9, 2025

El Voto como Frontera – La Paliza Electoral del Peronismo en Buenos Aires

La provincia de Buenos Aires, ese termómetro político que suele anticipar el pulso nacional, acaba de enviar un mensaje que retumba más allá de sus límites geográficos. En las elecciones legislativas del 7 de septiembre, el peronismo —bajo el sello de Fuerza Patria— no solo ganó: arrasó. Con más del 47% de los votos frente al 33% de La Libertad Avanza, la diferencia de casi 14 puntos se convirtió en una bofetada electoral que dejó al oficialismo libertario tambaleando.

El fracaso de la nacionalización

El presidente Javier Milei apostó fuerte: convirtió la elección bonaerense en un plebiscito sobre su gestión. Habló de “pintar la provincia de violeta” y de “enterrar al kirchnerismo”. Pero el resultado fue el opuesto. La boleta libertaria no logró penetrar en los sectores populares, y su discurso de ajuste —que prometía castigar a la casta pero terminó golpeando a jubilados, trabajadores y estudiantes— fue rechazado con contundencia en las urnas.

El regreso de la maquinaria peronista

Fuerza Patria ganó en seis de las ocho secciones electorales y se impuso en 99 de los 135 municipios bonaerenses. La Tercera Sección, bastión histórico del peronismo, volvió a ser inexpugnable. Intendentes como Fernando Espinoza blindaron sus territorios, y Axel Kicillof emergió como figura central del nuevo mapa político. En su discurso, el gobernador habló de “ponerle un freno al ajuste” y de “gobernar para el pueblo”. El mensaje fue claro: hay otro modelo posible.

Impacto económico y político

La derrota no solo fue política. Los mercados reaccionaron con pánico: el dólar cripto superó los $1.400, el riesgo país se disparó y las acciones se hundieron. Analistas como JP Morgan habían previsto un escenario tolerable; lo que ocurrió fue el cisne negro. La gobernabilidad de Milei quedó en entredicho, y su agenda de reformas ultraliberales enfrenta ahora una resistencia institucional fortalecida.

Repercusiones internacionales

La prensa global no escatimó adjetivos: “paliza”, “derrota aplastante”, “desafío a la gobernabilidad” fueron algunos de los titulares que circularon en medios como El País, Bloomberg y Le Monde. La elección bonaerense dejó de ser un asunto local para convertirse en un caso de estudio sobre los límites del populismo de mercado.

¿Y ahora qué?

La Libertad Avanza deberá repensar su estrategia. El discurso de Milei tras la derrota —lejos de mostrar autocrítica— ratificó el rumbo económico y prometió “acelerar” las reformas. Pero las urnas hablaron con claridad: el pueblo bonaerense exige otra hoja de ruta.

La elección en Buenos Aires no fue solo una victoria del peronismo. Fue una advertencia. Un recordatorio de que, en democracia, el voto sigue siendo la frontera entre el poder y el pueblo. Y esta vez, el pueblo decidió marcarla con fuerza.

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