La conmoción por la partida del Papa Francisco sigue resonando en cada rincón del mundo, y Tucumán no es la excepción. En una ceremonia cargada de simbolismo y fe, el arzobispado local ofreció una misa en la Catedral en honor al pontífice argentino, un líder espiritual que marcó profundamente a la Iglesia Católica y a la sociedad global.
El evento reunió a figuras clave del ámbito político y religioso, entre ellos el vicegobernador Miguel Acevedo, quien expresó su pesar por el fallecimiento del Papa y resaltó su impacto como guía espiritual. “Francisco siempre nos convocó a reflexionar sobre nuestra humanidad y el compromiso con el prójimo”, señaló. Su mensaje de unidad y amor fue una constante en su pontificado, valores que Acevedo busca aplicar en su gestión diaria.
El arzobispo Carlos Sánchez, quien presidió la ceremonia junto a su colega Roberto Ferrari, destacó el carácter accesible y fraternal de Francisco, así como su lucha por la justicia social y el cuidado del planeta. Su legado no solo deja enseñanzas para los católicos, sino para toda la humanidad, pues en sus encíclicas promovió el respeto por la “casa común” y la fraternidad universal.
La Provincia de Tucumán ha adherido al decreto de duelo nacional, reflejando el respeto y la admiración por el primer Papa argentino. Las banderas ondean a media asta en los edificios públicos, y aunque las actividades continúan con normalidad, la huella de Francisco se hace sentir en cada rincón, en cada oración, y en cada recuerdo de su incansable labor pastoral.
Más allá de los protocolos, la ceremonia en la Catedral representa el sentimiento de una comunidad que se une para despedir a un líder excepcional, alguien que con su sencillez y cercanía transformó la manera en que el mundo percibe la fe. Su legado quedará grabado en la historia de la Iglesia y en el corazón de quienes lo escucharon con atención.