El Hospital Garrahan, emblema de la salud pediátrica en Argentina, atraviesa una crisis sin precedentes. La administración de Javier Milei ha implementado un ajuste feroz que pone en riesgo la atención de miles de niños, mientras intenta justificar sus medidas bajo el discurso de la “eficiencia” y la eliminación de supuestos privilegios.
Despidos y Recortes: La Fórmula del Gobierno
Lejos de mejorar las condiciones laborales de los médicos y trabajadores del hospital, el Gobierno ha optado por una estrategia de despidos masivos bajo el llamado “Plan de Eficiencia”. La Secretaría de Salud sostiene que el hospital tiene un “desorden descomunal” y que es necesario reducir el personal administrativo, pero la realidad es que los recortes afectan directamente a los profesionales de la salud, quienes ya trabajan en condiciones precarias y con salarios insuficientes.
Salarios Miserables y Éxodo de Profesionales
Los médicos residentes del Garrahan perciben sueldos que rondan los 797.061 pesos por jornadas laborales que superan las 60 horas semanales. Ante la falta de respuestas y mejoras salariales, muchos profesionales han optado por abandonar el hospital, lo que agrava aún más la crisis de atención. Mientras tanto, el Gobierno insiste en que el problema radica en la “ineficiencia administrativa”, ignorando el impacto real de sus políticas de ajuste.
La Conciliación Obligatoria: Una Estrategia para Silenciar el Reclamo
En un intento por frenar las protestas, el Gobierno ha dictado la conciliación obligatoria, obligando a los trabajadores a retomar sus tareas sin ofrecer soluciones concretas. Esta medida no solo busca desactivar la movilización, sino que también refleja la falta de voluntad política para atender las demandas legítimas de los profesionales de la salud.
El Presupuesto: ¿Realmente Hay Más Fondos?
El Gobierno argumenta que el presupuesto del hospital aumentó un 244% en 2024, alcanzando los 165.787 millones de pesos. Sin embargo, no se ha explicado cómo se distribuyen estos fondos ni por qué los salarios siguen siendo insuficientes. Además, no se ha considerado el impacto de la inflación y la devaluación del peso, lo que hace que el supuesto incremento presupuestario sea, en la práctica, una falacia.
El Futuro del Garrahan: ¿Un Hospital en Agonía?
La crisis del Hospital Garrahan es un reflejo de la política de ajuste extremo que Milei ha impuesto en el país. Mientras el Gobierno prioriza la reducción del gasto público sin evaluar sus consecuencias, miles de niños podrían quedar sin acceso a una atención médica de calidad. La pregunta es clara: ¿hasta cuándo podrá sostenerse este modelo sin que el sistema de salud colapse?