La decisión del gobierno de Javier Milei de eliminar la Unidad de Tareas de Investigación (UTI) encargada de analizar el escándalo de la criptomoneda $LIBRA no es solo un cierre administrativo, sino un mensaje político claro: no habrá respuestas sobre una de las mayores polémicas financieras de los últimos tiempos. Con el Decreto 332/2025, el Ejecutivo sepultó la posibilidad de que el Estado argentino profundice la investigación sobre un caso que involucra denuncias de manipulación de mercado y pérdidas millonarias para los inversores.
Desde el inicio, el caso $LIBRA estuvo marcado por irregularidades. La moneda digital fue promocionada por el propio Milei, quien la impulsó a través de sus redes sociales como una alternativa innovadora. Sin embargo, el desplome repentino de su valor dejó a miles de compradores afectados, mientras que los principales actores detrás del proyecto obtuvieron ganancias exorbitantes. La negativa del gobierno a avanzar en la investigación solo refuerza las sospechas de encubrimiento y complicidad con los responsables de la maniobra.
La oposición intentó impulsar una Comisión Investigadora en Diputados, pero el oficialismo bloqueó la propuesta, asegurando que no había pruebas suficientes para justificar la iniciativa. ¿No hay pruebas o no hay voluntad política para encontrarlas? La disolución de la UTI solo alimenta la percepción de un gobierno que protege a los suyos y que evita a toda costa la transparencia en casos de posible corrupción.
La Contracara: Justicia Sin Presiones en Estados Unidos
Mientras en Argentina el tema desaparece de la agenda oficial, en Estados Unidos la justicia sigue avanzando. En una decisión clave, el expediente de $LIBRA fue fusionado con el caso de otra criptomoneda sospechosa, $M3M3, convirtiéndolo en una megacausa que tramitará en el fuero federal del Distrito Sur de Nueva York. La medida busca evitar el doble juzgamiento y permitir una investigación más amplia sobre las operaciones financieras que afectaron a miles de inversores.
A diferencia de lo que ocurre en Argentina, donde Milei logró esquivar el escándalo, en EE.UU. los principales responsables están bajo la lupa. Hayden Davis, empresario cercano al presidente, y Benjamín Chow enfrentan acusaciones por fraude y manipulación del mercado. Si alguno de ellos decide convertirse en arrepentido, el caso podría destapar conexiones más profundas con el círculo de poder argentino.
Incluso el FBI está involucrado, recopilando pruebas y colaborando con la justicia. La gran pregunta es si el caso derivará en algún tipo de sanción internacional para los responsables. La diferencia entre ambos países es evidente: mientras en Argentina la justicia se silencia, en Estados Unidos se investiga sin presiones.
El Precio de la Impunidad
El cierre de la comisión investigadora en Argentina deja un mensaje preocupante: en el país, los escándalos financieros pueden quedar impunes si el poder político decide que así sea. La ciudadanía pierde una oportunidad de conocer la verdad, mientras que los afectados por $LIBRA ven cada vez más lejos la posibilidad de recuperar su dinero.
Milei y su entorno han logrado hasta ahora esquivar consecuencias, pero el caso sigue abierto en EE.UU., y una revelación clave podría generar un impacto político inesperado en Argentina. La pregunta es: ¿cuánto tiempo más podrá el gobierno sostener esta estrategia de ocultamiento?