viernes, abril 25, 2025

Golpe al Gobierno: El Senado rechazó los pliegos de Lijo y Garcia Mansilla

En una sesión que quedará en los anales de la política argentina, el Senado rechazó los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, dejando al Gobierno en una posición de debilidad inédita. Este episodio no solo cuestiona su liderazgo, sino que también evidencia la falta de consenso y estrategia en un contexto de alta polarización.

En una sesión especial cargada de tensiones y simbolismos, el Senado de la Nación rechazó los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, dos figuras propuestas por el Ejecutivo para integrar la Corte Suprema de Justicia. Este desenlace no solo representa un golpe político para el Gobierno, sino que también evidencia las profundas grietas que atraviesan su gestión y su capacidad de negociación.

Los números hablan por sí solos: García-Mansilla recibió 51 votos en contra y apenas 20 a favor, mientras que Lijo acumuló 43 votos negativos frente a 27 afirmativos y una abstención. La falta de consenso en torno a estas candidaturas refleja un Gobierno que, lejos de consolidar alianzas estratégicas, se encuentra cada vez más aislado en el escenario político.

El rechazo de estos pliegos no es un hecho menor. Por primera vez en la historia, el Senado ha desestimado propuestas presidenciales para la Corte Suprema, un gesto que trasciende lo jurídico y se instala como un símbolo de la debilidad política del oficialismo. La Casa Rosada, en un comunicado oficial, calificó la decisión como una muestra de politización de la Justicia y acusó al Senado de actuar como un “refugio de la casta política”.

Sin embargo, más allá de los reproches y las acusaciones cruzadas, lo que queda en evidencia es la incapacidad del Gobierno para construir puentes en un contexto de alta polarización. La estrategia de designar a García-Mansilla y Lijo por decreto, lejos de fortalecer su posición, terminó por alimentar las críticas y las resistencias dentro y fuera del recinto.

Este episodio marca un punto de inflexión para la administración actual. El rechazo en el Senado no solo cuestiona su liderazgo, sino que también pone en jaque su capacidad para avanzar en proyectos clave. En un país donde la estabilidad política es tan necesaria como esquiva, el fracaso del Gobierno en esta sesión especial es un recordatorio de que la gobernabilidad no se construye con imposiciones, sino con diálogo y consenso.

spot_img

Últimas Noticias