El Senado enfrenta hoy una jornada clave con el debate sobre la designación de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema de Justicia. Con la oposición firme en su postura de bloquear los pliegos, el oficialismo busca maniobras de última hora para evitar la derrota.
Negociaciones y estrategias en juego
El gobierno, liderado por Javier Milei, necesita el apoyo de al menos dos tercios del Senado para aprobar los pliegos, un número difícil de alcanzar sin respaldo opositor. Con los votos en contra acumulando fuerza, la estrategia oficialista apunta a evitar el quórum, retrasando así la votación que podría sellar el rechazo definitivo.
La oposición, encabezada por el kirchnerismo y sectores del radicalismo, asegura tener más de 30 votos en contra, lo que complica el avance de las designaciones. Sin embargo, algunos sectores dentro del peronismo podrían inclinar la balanza en un final incierto.
García-Mansilla, un caso particular
A diferencia de Lijo, García-Mansilla ya juró como juez por decreto y ejerce sus funciones, lo que genera un escenario inédito. Desde la Casa Rosada sostienen que su permanencia es un hecho consumado, aunque la votación en el Senado podría abrir un nuevo capítulo en la disputa.
Un golpe al oficialismo si la sesión se concreta
En el entorno de Milei buscan evitar que haya quórum, ya que si la sesión avanza, la derrota sería casi segura. Con el respaldo de Martín Lousteau (UCR) y Guadalupe Tagliaferri (PRO), la oposición suma 36 bancas y está a solo un voto de garantizar la sesión. Si logra 37 senadores presentes, los pliegos quedarían bloqueados, dejando al gobierno sin margen de maniobra.
Este debate no solo define el futuro de la Corte Suprema, sino que también mide la capacidad de negociación del oficialismo en un Senado donde los votos clave siguen en disputa. ¿Podrá el gobierno evitar el rechazo o quedará nuevamente expuesto en el Congreso?