“Con una inflación que parece inquebrantable en torno al 2,5%, el Gobierno enfrenta duras críticas por su gestión económica. Las demandas del FMI y los desafíos estructurales de la economía doméstica complican aún más un panorama marcado por precios, salarios y una alta demanda de dólares.”
La inflación, que actualmente resiste en torno al 2,5%, representa un obstáculo significativo para la política económica del Gobierno. Este porcentaje parece difícil de perforar, según las declaraciones de un economista de la oposición, quien advierte sobre los riesgos que la política de flotación cambiaria podría implicar para el oficialismo. La pérdida del capital político y el fracaso del objetivo de erradicar completamente la inflación han puesto en jaque el principal “caballito de batalla” del Gobierno en su gestión económica.
Además, el economista hace énfasis en que la llegada de los dólares del FMI estaría condicionada por la disposición del Gobierno a abandonar su postura intransigente en materia cambiaria, dejando de lado el enfoque rígido del “crawl” del 1%. Este cambio sería necesario para garantizar una mayor estabilidad financiera y para abordar la crisis cambiaria con una estrategia más dinámica.
En paralelo, la discusión sobre la política cambiaria se entrelaza con los efectos directos en los precios y salarios, evidenciando un problema estructural en la economía doméstica. El “nudo gordiano” radica en la incapacidad del país para generar suficientes divisas que contrarresten la creciente demanda de dólares, situación que intensifica las tensiones económicas y limita las opciones disponibles para el Gobierno.
Este análisis refuerza la urgencia de una revisión profunda en las estrategias económicas actuales, especialmente en lo que respecta al tipo de cambio y su impacto en la inflación y el bienestar de los ciudadanos.