La reciente suba del dólar en Argentina, que ha alcanzado niveles históricos, pone en evidencia las debilidades estructurales de la economía y las inconsistencias en las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.
El aumento del dólar blue y financiero, con brechas cambiarias que superan el 27%, refleja la falta de confianza en el manejo económico actual. Las medidas de ajuste fiscal y monetario, presentadas como la solución definitiva para estabilizar la economía, han generado un impacto adverso en los sectores más vulnerables y han profundizado la incertidumbre en los mercados.
La estrategia de Caputo de mantener un tipo de cambio oficial artificialmente bajo, mientras las reservas del Banco Central caen a niveles alarmantes, ha resultado insostenible. En lugar de generar confianza, esta política ha incentivado la dolarización de carteras y la especulación financiera, agravando la presión sobre el peso.
Por su parte, el discurso de Milei, centrado en la eliminación del déficit fiscal y la reducción del gasto público, ha carecido de un plan integral que contemple el impacto social y económico de estas medidas. La falta de coordinación entre las políticas cambiarias y fiscales ha dejado al país en una posición de extrema fragilidad frente a los shocks externos, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
La suba del dólar no es solo un problema técnico, sino un reflejo de la desconfianza en un modelo económico que prioriza el ajuste por sobre el desarrollo sostenible. Sin un cambio de rumbo que incluya políticas inclusivas y una estrategia clara para fortalecer las reservas y estabilizar el mercado cambiario, Argentina seguirá atrapada en un ciclo de crisis recurrentes.
El gobierno de Milei enfrenta un desafío monumental: recuperar la confianza de los mercados y de la ciudadanía. Pero para lograrlo, deberá abandonar las recetas simplistas y apostar por un enfoque más equilibrado y realista.