El Circuito de Yeda volvió a ser el escenario de una batalla estratégica y de velocidad pura en la quinta fecha del Mundial de Fórmula 1. Con un trazado urbano de 6.174 metros y 27 curvas, la carrera prometía emoción desde la clasificación, donde Max Verstappen se quedó con la pole por apenas una centésima sobre Oscar Piastri.
Desde el inicio, la competencia estuvo marcada por la lucha entre McLaren y Red Bull. Piastri, que venía de una victoria contundente en Baréin, mostró un ritmo feroz, mientras que Lando Norris, pese a su accidente en la clasificación que lo relegó al décimo puesto, intentó remontar posiciones.
La estrategia de neumáticos fue clave en un circuito donde el calor y las zonas de DRS juegan un papel fundamental. Ferrari, con Charles Leclerc y Carlos Sainz, intentó aprovechar cualquier error de los líderes, mientras que Mercedes, con George Russell, se mantuvo en la pelea por el podio.
El desenlace dejó a los aficionados al borde de sus asientos. Piastri logró imponerse con una conducción impecable, consolidando a McLaren como el equipo a batir en esta temporada. Verstappen, aunque competitivo, no pudo igualar el ritmo del australiano, mientras que Russell completó el podio con una actuación sólida.
Este Gran Premio no solo reafirma la evolución de McLaren, sino que plantea una pregunta clave para el resto de la temporada: ¿ha llegado el momento de un nuevo dominio en la Fórmula 1?