Durante los actos conmemorativos del 2 de abril, se reportó que algunos funcionarios del gobierno, incluyendo a Karina Milei y Manuel Adorni, no participaron activamente en la interpretación de la Marcha de Malvinas, lo que generó críticas en redes sociales y entre sectores políticos. Este gesto fue interpretado por algunos como una falta de compromiso con el homenaje a los veteranos y caídos en la guerra de 1982.
Por otro lado, el presidente Javier Milei, en su discurso por el 2 de abril, Día de los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas, generó una fuerte polémica y reacciones encontradas, especialmente entre los veteranos de guerra. Durante el acto en la Plaza San Martín, Milei destacó su visión de soberanía basada en las “ideas de la libertad” y en convertir a Argentina en una potencia económica para que los habitantes de las islas “prefieran ser argentinos”. Sin embargo, evitó condenar explícitamente la ocupación británica y abrió la puerta a la autodeterminación de los kelpers.
Reacciones de los veteranos
La ceremonia estuvo marcada por la exclusión de varios excombatientes, quienes no pudieron ingresar al acto oficial y expresaron su descontento desde las afueras del vallado. Fabián Volonté, un excombatiente, lamentó que los veteranos fueran relegados en un homenaje que debería ser público y abierto. Otros exsoldados señalaron que esta exclusión refleja una falta de respeto hacia quienes fueron los protagonistas de la guerra.
Además, las declaraciones de Milei sobre la autodeterminación de los kelpers y su enfoque en la prosperidad económica como herramienta de soberanía fueron criticadas por algunos sectores de veteranos y analistas, quienes consideran que estas posturas debilitan el reclamo histórico de Argentina sobre las islas.
El acto también evidenció tensiones internas en el oficialismo, con la ausencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien realizó su propio homenaje en Ushuaia, marcando una división en el gobierno
