El conflicto entre Irán e Israel ha escalado a niveles sin precedentes, transformando una tensión crónica en una guerra abierta con consecuencias imprevisibles. Lo que comenzó como una serie de ataques selectivos se ha convertido en una cadena de bombardeos, represalias y amenazas que involucran no solo a ambos países, sino también a actores globales como Estados Unidos, China y Rusia.
Israel lanzó la llamada Operación León Ascendente con el objetivo declarado de desmantelar el programa nuclear iraní. En respuesta, Teherán activó su arsenal balístico, alcanzando zonas residenciales en Tel Aviv y provocando una ola de pánico en la población civil. La muerte de altos mandos iraníes, como Ali Shadmani y Hossein Salami, y los ataques a instalaciones nucleares como Natanz, marcan un punto de no retorno.
Pero más allá de los misiles y las cifras —que ya superan los 800 muertos entre ambos bandos—, lo que está en juego es el equilibrio geopolítico de toda la región. La amenaza de una regionalización del conflicto es real: Hezbollah en Líbano, milicias chiitas en Siria e incluso bases estadounidenses en el Golfo están en alerta máxima.
La retórica también se ha endurecido. El líder supremo iraní, Ali Khamenei, invocó símbolos religiosos para declarar que “la batalla ha comenzado”, mientras Donald Trump, desde su red Truth Social, advirtió que “sabemos dónde se esconde” el líder iraní, aunque por ahora descarta un ataque directo.
En este tablero de ajedrez bélico, la diplomacia parece haber sido arrinconada. Las potencias mundiales emiten comunicados, pero ninguna logra frenar la escalada. China se ofrece como mediador, mientras que Estados Unidos respalda a Israel sin involucrarse directamente en los ataques.
La pregunta que flota en el aire es cuánto tiempo más podrá sostenerse esta guerra sin que se desborde hacia una catástrofe mayor. Porque si algo enseña la historia de Medio Oriente es que los fuegos que allí se encienden rara vez se apagan rápido. Y esta vez, el incendio amenaza con consumir mucho más que dos banderas enfrentadas.