sábado, abril 26, 2025

El sánguche que une a Tucumán y potencia el turismo: cierre de oro para el Sanguche de Milanesa

La Semana del Sánguche de Milanesa cerró con toda la gloria en La 38 de Santino, una sanguchería que ya es emblema de esfuerzo y pasión por la comida tucumana. Entre aplausos y mordidas de sánguches bien cargados, la fiesta contó con la presencia de Domingo Amaya, capo del Ente Tucumán Turismo; Marcos Díaz, su secuaz en la Secretaría General; y, por supuesto, el Mocho Viruel, alma de esta movida. En el medio, la familia Pérez, dueña de la sanguchería y ejemplo de cómo el sánguche puede transformar vidas.

Un ícono que mueve turismo, identidad y corazones

El evento fue un éxito total: cientos de personas se acercaron para reafirmar que el sánguche de milanesa no es solo comida, sino parte del ADN tucumano. “Hoy el sánguche es más que un plato, es un símbolo. Los turistas vienen buscándolo como parte de la experiencia Tucumán, y esto lo convierte en un motor clave para nuestro turismo”, soltó Amaya mientras disfrutaba el suyo.

La fuerza de la unión sanguchera

El Mocho, siempre con su estilo apasionado, contó cómo la Semana del Sánguche de Milanesa sigue sumando fuerza. Este año, 250 sangucherías de toda la provincia se prendieron a la movida con descuentos y promos que hicieron que nadie se quede sin probar el clásico tucumano. “Cuando nos juntamos, podemos hacer algo grande. El sánguche genera laburo, mueve el turismo y posiciona a Tucumán como la capital nacional del sánguche de milanesa. Esto es una fiesta”, dijo el Mocho.

Inspiración que sabe a esfuerzo

Uno de los momentos que más conmovió fue el homenaje a Santino Pérez, el pequeño héroe detrás de La 38 de Santino, una sanguchería que nació de su historia de superación. “Mi sueño es ser chef profesional y llevar la comida de Tucumán al mundo”, declaró el joven soñador. Su papá, Damián Pérez, contó cómo el emprendimiento sacó adelante a toda la familia, dando empleo a más de 15 personas. “Es gracias al sueño de Santino y al aguante de los tucumanos”, cerró emocionado.

El legado del sánguche y su mirada al futuro

Más de 250 sangucherías dieron vida a esta semana cargada de sabor y tradición, que cada 18 de marzo recuerda a Chacho Leguizamón, maestro sanguchero y referente de la historia de este plato. “Este es el legado que queremos mantener vivo: más que comida, es identidad, es tradición y ahora, es turismo”, afirmó Viruel.

Con este cierre que dejó a todos satisfechos, Tucumán demuestra que el sánguche de milanesa es más que un plato típico: es la prueba de que la cultura gastronómica local puede ser un trampolín para el crecimiento económico y turístico. ¡Y que nunca falte la milanesa entre dos panes!

spot_img

Últimas Noticias